miércoles, 1 de junio de 2011

AUTOVALORACIÓN

He aprendido mucho este año. Y esta asignatura no ha sido menos. Todas las asignaturas (o casi todas) me han aportado algo nuevo, algo que, o bien considero importante  para ser profesor, o bien han hecho aumentar mis puntos de vista, tanto a nivel personal como profesional.

Diré que, concretamente, esta asignatura es una de las que más me ha ayudado debido a las numerosas exposiciones que he tenido que realizar, como la actividad por rincones, donde me lo pasé en grande.

Creo que estas experiencias me serán muy útiles en un futuro próximo.

En cuanto al portafolios, diré que al principio no era un proyecto que me hiciera especial ilusión, sobre todo porque no sabía manejar Blogger. Pero la curiosidad pudo al miedo, y el resultado ha sido este.

Ahora domino mucho mejor este sitio. Soy minuciosa con cada entrada que publico, y he puesto cariño en su diseño. Me ha costado un poco, pero he conseguido organizarme con el portafolios.

Creo que también he mejorado en mis reflexiones.

Durante la realización del portafolios me han surgido dudas, que he conseguido solucionar mediante la retroalimentación (donde la profesora de Organización me explicaba qué errores tenía o que puntos debía detallar), o bien con la ayuda de mis compañeros. En ocasiones también he consultado con profesionales que conocían o trabajaban el tema.

Siento que, poco a poco, voy aprendiendo según voy trabajando. Eso sí, despacito y con buena letra, como dice el refrán.

Todas las asignaturas me han supuesto un esfuerzo, y ésta no es una excepción.

También he tenido, al principio, algunas dificultades, pero supongo que es porque es una asignatura nueva para mí, y no se parece en nada a las que he dado a lo largo de toda mi vida.  Eso sí, considero que estos esfuerzos han merecido y merecerán la pena, ya que gracias a esto he aprendido a exponer en clase (algo que no había hecho nunca), y tengo que admitir que incluso me he divertido haciéndolo.

En general, el trabajo me ha parecido interesante. Nunca está de más indagar sobre algo sobre lo que se tiene interés (artículos, vídeos y otras aportaciones sobre la asignatura).

He intentado aprovechar al máximo mis recursos.

Considero que el hecho de haber aprendido no es sino otro motivo más para seguir luchando para alcanzar lo que quiero. No, aún no me he rendido con mi ideal de ser maestra de lengua extranjera. Quizás mis expectativas son demasiado altas, pero estoy segura de que en el futuro, de una forma u otra, acabaré enseñando inglés, porque es lo que deseo hacer.





Bloque IV: Artículo (La Evaluación Institucional)

A continuación presento un artículo relacionado con la evaluación en los centros educativos.




EVALUACIÓN DE CENTROS EDUCATIVOS

por

María José Fernández Díaz
Dpto. de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación
Facultad de Educación
Universidad Complutense


La calidad educativa es una de las expresiones más utilizadas actualmente en el ámbito educativo, como el punto de referencia que justifica cualquier proceso de cambio o programa de acción. En este contexto la eficacia es uno de sus componentes, considerado de mayor importancia y objeto de estudio desde hace unas décadas. Conseguir centros eficaces es uno de los objetivos de la política educativa de muchos países como elemento esencial de calidad. En este marco la evaluación de centros representa un medio para un fin: lograr centros eficaces y de calidad a través de un sistema que nos permita controlar, valorar y tomar decisiones en un proceso continuo y sistemático que facilite un desarrollo progresivo en el logro de los objetivos y de este modo avanzar y construir una educación de calidad, como meta final.
En los últimos años venimos asistiendo a un proceso generalizado de evaluación, que trasciende el ámbito de los aprendizajes, en muchos países y a distintos niveles. Se produce un cambio fundamental, de tal forma que, aunque los aprendizajes siguen ocupando un papel prioritario con nuevas alternativas y avances producidos por las aportaciones metodológicas vinculadas a la medida, se amplía el campo de evaluación abarcando sistemas, resultados, procesos, práctica docente, profesorado, centros educativos, etc.
Por una parte, a nivel macroeducativo la evaluación de los sistemas educativos experimenta un notable desarrollo. Existen algunos países con una cierta tradición en evaluación de su sistema, otros, con menor experiencia, van incorporándose a este proceso. Es el caso de nuestro país, donde la LOGSE (Ley Orgánica 1/1990, de 3 de Octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo) establece que la evaluación general del sistema educativo será realizada por el Instituto Nacional de Calidad y Evaluación. Es a partir de la creación de este organismo cuando se inician los procesos de evaluación de nuestro sistema.
A nivel internacional, asistimos igualmente a estudios internacionales de carácter evaluativo llevados a cabo en la última década por organizaciones tales como la International Association for the Evaluation of Educational Achievement (IEA) o el International Assessment of Educational Progress (IAEP). Se plantea la necesidad de abarcar realidades más amplias y realizar análisis comparativo de políticas y sistemas educativos en términos no solamente teóricos.
En relación a la evaluación desde una perspectiva más microscópica: centros, profesorado, procesos y práctica docente, es evidente que la literatura se ha ocupado de estos temas desde muy diversas vertientes hace ya bastantes años. En nuestro país la legislación educativa recoge esta demanda en su articulado y plantea la evaluación como una necesidad de control para la mejora permanente de los centros y de la calidad educativa. Tanto la LOGSE como posteriormente la LOPEG (Ley Orgánica 9/1995, de 20 de Noviembre de la Participación, la Evaluación y el Gobierno Docentes) se refieren a la evaluación bien de centros, en general, o de profesorado, procesos y práctica docente, etc. Distintos decretos y órdenes ministeriales desarrollan estas leyes, dirigidas a arbitrar medidas para la implantación generalizada de sistemas de evaluación. Así mismo, es el propio Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) quien presenta un proyecto de evaluación de centros (Plan EVA) que se aplica con carácter experimental en el curso 1991-92. En años sucesivos se ha ido extendiendo su aplicación a un número cada vez mayor de centros. Recientemente, a finales de 1996, Luján y Puente han publicado un libro a través del MEC en el que se expone el plan y se presentan las distintas aplicaciones con los resultados correspondientes, obtenidos a lo largo de todos estos años desde que se inició la primera aplicación. Por su parte, la Administración a través de la Subdirección General de Educación ha realizado una metaevaluación de los cinco años de aplicación del Plan EVA, publicada a finales de 1996, con una valoración positiva del mismo, aunque mejorable en algunos aspectos. Sin embargo, todavía es escasa la repercusión en los centros y su aplicación no se ha generalizado, representando un modelo de evaluación externa, predominantemente sumativa, con escasa o nula implicación de la comunidad educativa del centro evaluado.
Por otra parte, son numerosas las publicaciones que ofrecen modelos de evaluación y un buen número de instrumentos de evaluación dirigidos específicamente a cada uno de los niveles educativos. También existen algunas experiencias de evaluación de centros con carácter excepcional e incluso en algunos niveles educativos, como en el superior, se ha venido evaluando al profesorado en algunas instituciones periódicamente. Sin embargo, la realidad nos muestra que los procesos de evaluación de centros no se han generalizado en nuestro país. Está fuera de toda duda las razones que la justifican y tanto la literatura como la legislación abundan sobradamente en ellas. También existe una gran diversidad de modelos, metodologías, procedimientos, instrumentos y, en definitiva, recursos técnicos que permiten realizar procesos de evaluación más o menos comprehensivos para el conocimiento, control y mejora racional de los mismos. A pesar de ello, es obvio que no resulta fácil ni exento de problemas, como podemos observar de la experiencia de otros países, pero es evidente que los estudios evaluativos van paulatinamente resolviendo problemas técnicos con la investigación y desarrollo de nuevas alternativas, a partir de las limitaciones y deficiencias encontradas.
Consideramos, no obstante, la necesidad de que estos procesos se universalicen, para lo cual es preciso generar y extender una cultura evaluativa entre los miembros de la comunidad educativa que enfatice por encima de todo el carácter formativo de la misma y contribuya a reducir la resistencia generalizada a estos procesos. En este sentido, deberían promoverse los procesos de autoevaluación de los centros, en los que la comunidad educativa debe tener una clara implicación, de manera que las decisiones puedan ser comúnmente adoptadas y puedan tener un efecto positivo para la mejora y el cambio en el propio centro y, a largo plazo, en la eficacia del sistema educativo. Es evidente que en este caso las Administraciones deben jugar un papel primordial. Los primeros pasos están dados: la legislación contempla y reitera la importancia de estos procesos de carácter obligado, pero se precisa avanzar hacia adelante. La puesta en marcha de una Reforma tan compleja precisa ir resolviendo continuamente los problemas inmediatos que se generan, con el consiguiente peligro de que se puedan dejar aparcadas algunas de sus exigencias legales o renunciar a alguno de los objetivos previstos. El éxito de la Reforma dependerá, en gran parte, de la introducción y generalización de estos procesos de evaluación como un componente fundamental de la misma que puede permitir la mejora permanente de los centros en un sistema de funcionamiento dinámico de sus estructuras.
En este contexto, los artículos que se incluyen en este número abordan la evaluación de centros desde distintas perspectivas. Por una parte se presenta un primer artículo de Tomás Escudero Escorza, donde nos ofrece un análisis de los enfoques modélicos de uso más habitual en la práctica de la evaluación de centros, clasificados en las perspectivas de resultados escolares, procesos internos y realidad estructural y funcional de los centros, mejora institucional, y metaevaluación de los modelos utilizados por los sistemas educativos. En una vertiente práctica, el autor dedica la última parte de su trabajo a presentar estrategias y apoyos metodológicos que pueden facilitar la tarea del evaluador.
Con carácter aplicado en el segundo artículo se presenta un trabajo realizado por un equipo de profesores del Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universidad Complutense de Madrid. Se parte de las distintas concepciones de calidad utilizadas en la literatura para proponer un modelo que define la calidad como un conjunto de relaciones de coherencia entre los componentes de un modelo sistémico (contexto, input, proceso, producto y objetivos del sistema). Esta conceptualización puede ser aplicada a cualquier nivel educativo, aunque se hace referencia expresa a la Universidad. En la segunda parte del trabajo se presenta un proyecto de evaluación de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de Madrid, basada en el modelo de calidad propuesto.
El último artículo, de Mª José Fernández Díaz y Arturo González Galán, analiza el desarrollo experimentado por los estudios de eficacia escolar, concepto estrechamente vinculado al de calidad y evaluación de centros, hasta llegar a la situación actual. Son objeto de análisis: la nueva aproximación al concepto de eficacia como "valor añadido", la importancia de la teoría en el contexto de la investigación sobre el tema, los avances producidos en la medición de las variables implicadas en los estudios mencionados, las técnicas de análisis más utilizadas actualmente en la investigación sobre eficacia y evaluación de los programas de mejora, y los procesos de reforma institucional basados en la investigación sobre eficacia. Se apuntan algunas líneas que posiblemente definirán este tipo de estudios en un futuro próximo, a la luz del análisis de la realidad actual.

Reflexión:
Uno de los puntos más importantes dentro de la evaluación es garantizar la calidad educativa. Para conseguirlo, se llevan a cambio numerosos cambios. Su componente más importante es la eficacia.
La evaluación en los centros educativos está representada como un medio para lograr un fin: lograr centros eficaces para construir una educación de calidad.
Pero los procesos de evaluación en los centros escolares no se han generalizado aún en nuestro país. Existe una gran variedad de metodologías, procedimientos, instrumentos y recursos que permiten llevar a cabo la evaluación.
Aún así, no es un método que se libre de conllevar problemas (de ahí que España aún no se haya generalizado). Pero con la investigación y desarrollo de nuevas alternativas, se están consiguiendo corregir las deficiencias encontradas.

Fuente:
http://www.uv.es/RELIEVE/v3n1/RELIEVEv3n1_0.htm

Artículo: El trabajo por rincones + Experiencia Personal

En esta entrada voy a hablar sobre el trabajo por rincones en el aula. En resumen, trata sobre elegir un tema concreto, que abarcará todas las asignaturas del ciclo (matemáticas, lengua, inglés,...). El aula se dividirá en zonas o rincones con diferentes actividades cada una y relacionadas con cada área. Aquí dejo un enlace donde se explica detalladamente en qué consisten estos trabajos por rincones:





Aquí dejo también, como información adicional, vídeos sobre el trabajo por rincones en Educación Primaria:





Reflexión (Experiencia Personal):

En mi caso, mi grupo de trabajo y yo realizamos en clase una exposición tratando el tema del trabajo por rincones. La actividad trataba sobre los inventos. Mi amiga Jessica y yo nos disfrazamos con batas de científica. Decoramos las paredes con imágenes y nombres de inventos. Tras exponer a nuestros compañeros la finalidad y los objetivos de nuestra actividad, me dispuse a presentar las dinámicas que teníamos preparadas. La primera de ellas consistía en elegir a 10 voluntarios, los cuales debían sentarse en unos pupitres colocados en forma de "U". Una vez sentados, debían completar un crucigrama o sopa de letras, donde las palabras que tenían que encontrar eran inventos.
Las dos primeras personas en acabar el crucigrama, tendrían preferencia (podían empezar antes que los demás) para la segunda actividad, que consistía en realizar un puzzle gigante sobre los inventos.
Una vez finalizada la actividad, repartimos unos diplomas a cada participante como premio.
Tras revisar las evaluaciones sobre la actividad que nos entregó cada alumno, he de decir que fue todo un éxito, y que la actividad favorita fue, sin duda, el puzzle gigante.


Bibliografía:

http://www.youtube.com/watch?v=lVjcanw1xyI&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=BXY1tcDan9Y&feature=related

Artículo sobre Organización de los Recursos Temporales y Espaciales

A continuación, dejo el enlace al extenso artículo sobre la Organización de los Recursos Temporales y Espaciales:

http://www.csi-csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_38/ROCIO_PONTIVEROS_1.pdf


Reflexión:

En mi opinión, una buena organización del espacio y el tiempo en el aula es fundamental para llevar a cabo los objetivos determinados.
En cuanto al tiempo, para ser eficaz, debe de llevar un ritmo, que debe mantenerse firme y continuo, como si de una rutina se tratase. Aunque también puede aumentar un poco el ritmo o disminuir (ej.: evaluaciones), depende de la etapa del curso, pero salvando esa excepción, el ritmo debe mantenerse constante. Es la mejor forma de llevar los objetivos y contenidos al día, sin retrasos ni problemas relacionados con la velocidad del trabajo.
En cuanto al espacio, si no existe un orden determinado, puede llevar a problemas. El espacio interno siempre debe ser el aula, donde se debe sacar el máximo provecho posible a cada rincón de la clase para convertirlos en espacios educativos. Y el espacio externo debe ser amplio, para que el niño obtenga la sensación de libertad que desea.


Artículo sobre Organización de Recursos Materiales

Este artículo trata sobre la Organización de Recursos Materiales:

Organización de los recursos materiales:

Los recursos materiales no deben establecerse tanto en relación a tipos
o categorías de déficits como a la respuesta curricular para un
alumno en un
determinado contexto educativo. La toma de decisiones en relación con la
provisión de un servicio y unos recursos materiales para un
alumno concreto
estaría siempre en función de su nivel de competencia y no en el supuesto
preestablecido de que, por presentar un determinado déficit, va a
precisar
siempre de esos recursos.
A la hora de seleccionar el material didáctico a utilizar en el aula,
habrá que tener en cuenta las necesidades educativas de los alumnos. Habrá de
contarse, igualmente, con las adaptaciones de material didáctico que precisarán
algunos alumnos, así como material adicional.
Una correcta organización de materiales deberá atender a los siguientes
aspectos: dotación, distribución, disposición y accesibilidad. En este sentido,
conviene tener en cuenta algunas sugerencias:
- La dotación implica disponer o no de determinados materiales en
cantidad y diversidad. Tener cantidad suficiente de material evita
aglomeraciones, peleas y competitividad, distracciones, etc. Tener diversidad
significa mayor posibilidad de ajuste a las n.e.e. de los alumnos, así como
proporcionarles experiencias más ricas y variadas.
- Una exposición perceptivamente clara concentra la información visual
y reduce la distracción. Ello es posible mediante la disposición de los
materiales dentro de
contenedores sencillos y grandes, y dejando espacios vacíos
alrededor de cada uno de ellos.
- Cuando los materiales se hallan dispuestos a lo largo de las zonas de
paso, se fomenta su exploración o su examen.
- Una cuidadosa exhibición de materiales ayuda a cualquiera a
encontrarlos y a volverlos a poner en su sitio. Luego, los materiales serán
hallados sin dificultad, tanto por los niños con problemas de visión como por
los demás.
- Si el problema estriba en alcanzar objetos, la colocación de
materiales a diversos niveles y en distintos lugares ayudará a atender las
necesidades de todos.


Reflexión:


Opino que los materiales del aula se deben elegir según en relación la edad de los niños, los objetivos que llevamos a cabo...
Los recursos les ayudarán a aprender nuevos conceptos, además de desarrollar su concentración, atención, imaginación y creatividad.
Los recursos materiales deben ser accesibles a todos los alumnos.
Además, con la ayuda de los recursos, aprenderán a compartir con el resto de sus compañeros. De esta forma "matan dos pájaros de un tiro": consiguen socializarse a la vez que trabajan y aprenden.
Considero a los recursos como las herramientas más importantes a la hora de dar clase en una aula, ya que son bastante útiles. Incluso pueden conseguir despertar el interés y la curiosidad de un niño que aborrece el temario dado. De esta forma, las clases se vuelven más amenas.



Fuente: http://www.psicologoescolar.com/ARTICULOS/PSICOPEDAGOGICOS/acneaes_como_organizar_recursos_materiales.htm